domingo, 19 de agosto de 2012

Hong Kong

El contraste a la llegada a Hong Kong respecto a nuestro anterior destino (Vietnam) es brutal, es como pasar de la noche al día. Hong Kong ha sido una colonia británica hasta el 1 de julio de 1997, que retornó a manos de China, pero en unas condiciones muy diferentes a las que hay en el resto del país.
Panorámica de Hong Kong desde The Peak
Lo primero que llama la atención de la ciudad son sus edificaciones, y la gran cantidad de cemento y cristal que hay por todas partes. Es una especie de Nueva York asiático. Para llegar desde el aeropuerto al hotel teníamos diferentes opciones, siendo la más económica el bus A11(puedes comprar ida y vuelta, te saldrá mejor de precio...), el recorrido se demoró unos 40 minutos, pero pasó volando porque nos pudimos poner al día gracias a que había wifi gratuito en su interior!!! 

Un detalle que nos pasábamos por alto del tema de los autobuses y que vale la pena comentar, el conductor simplemente conduce, es decir, no cobra. Hay un aparato al lado de él donde tú depositas la cantidad de dinero que vale el pasaje y entras, ¿qué ocurre si no tienes cambio para dar la cantidad exacta? pues puedes hacer dos cosas, bajarte e ir a buscar cambio, o pagar de más, ya que la máquina no devuelve cambio, por todos sitios está el letrerito en inglés de "importe exacto". ¿Os imagináis si aplicáramos este sistema aquí? Creemos que es lo mejor para el conductor, aunque a nosotros nos sorprendió bastante la primera vez y tuvimos que bajarnos a por cambio (después de haber estado haciendo cola...).






Hay una zona desde donde se puede ver toda la majestuosidad de la ciudad y contemplar las mejores vistas de la bahía de Hong Kong, es el Victoria Peak, una montaña situada a 552 metros de altura. Para llegar tuvimos que tomar el tranvía Peak Tram que se encuentra junto al Hong Kong Park, un parque situado en medio de los rascacielos de la ciudad. No hay pérdida para llegar hasta él, todo está muy bien indicado, y ante cualquier duda recomendamos preguntar a la policía, son amables, serviciales y hablan inglés como casi todo el mundo en esta antigua colonia británica. Después de un recorrido de unos 15 min. en los que cogemos mucha altura en poco tiempo, llegas por fin a la parada final. Desde allí puedes acceder a diferentes miradores así como restaurantes con increíbles vistas sobre la ciudad.







Hong Kong Park











También podemos apreciar la gran actividad que proporciona el puerto de la ciudad. El ir y venir de barcos y trasbordadores es constante. Está estimado que al año pasan más de 220.000 embarcaciones y que manejan un volumen de 24 millones de contenedores anuales… Barcelona es uno de los puertos más importantes del Mediterráneo y apenas se acerca al 10% de estas cifras.

De entre todos los edificios destaca el International Commerce Centre, es una estructura de 484 metros.

Al fondo, International Commerce Centre
Sobre este tema de edificios altos, seguimos sin salir del asombro de ver tantos y tantos andamios construidos con bambú… sus puntos fuertes son la resistencia y flexibilidad, lo que aporta una importante ligereza y estabilidad en la estructura, parece mentira que sea tan resistentes!!! Podéis encontrar mucha más información sobre este tipo de andamios en este enlace.














Toda esta zona está llena de tiendas y locales donde poder degustar comida típica asiática. Sin buscarlo, fuimos a parar a uno de esos sitios que si tienes la oportunidad de ir, no te lo puedes perder. Se trata del Mak’s Noodle Ltd. conocido por sus fideos, son tremendos, con muchísimo sabor, una delicia.

Mak's Noodle Ltd.












A la torre que hay en la cima le encontramos muchas similitudes con el Museo Oscar Niemeyer de Curitiba, la ciudad de nuestro amigo Herison Fernando que conocimos en Santiago de Chile.

Edificio de Hong Kong
Museo Oscar Niemeyer, Curitiba










Otro punto donde no puedes dejar de ir es a la zona de Tsim Sha Tsui (“paseo de la fama”) en Kowloon, allí se agolpan gran cantidad de turistas y curiosos a las 20:00, ya que a esa hora es cuando comienza el espectáculo de luces sobre el skyline de Hong Kong. “The symphony of Lights” comienza con una presentación de los edificios, al estilo partido de la NBA, más tarde se van iluminando escalonadamente formando parte de una coreografía musical de unos 15 min. aprox.. Vale la pena verlo, no te lo puedes perder!!!

Hicimos un pequeño video para que os pudierais hacer a la idea del espectáculo.



























En nuestro caso, para llegar allí tuvimos que tomar un ferry, ya que estábamos alojados junto al Hipódromo en el distrito financiero de Wan Chai, la reserva la hicimos con un año de antelación por miedo a pagar más dinero estando una vez en destino, recordemos que Hong Kong es un sitio “especial” por muchas características, y no quisimos arriesgarnos con el alojamiento.

La opción económica mundialmente conocida es la famosa Chung King Mansions, pero… queríamos otra cosa. El hotel elegido fue el JJ Hotel, llegamos sobre la 1 de la madrugada y la habitación que nos entregaron no resultó ser de nuestro agrado, ya que olía fuertemente a tabaco a pesar de ser toda la planta de no fumador… La recepcionista nos dijo que era la única habitación que les quedaba, así que otra vez nos tuvimos que poner “duros” y otra vez apareció una habitación “que acababan de anular… (a la 1 de la madrugada… si, si, que casualidad!!! siempre pasa lo mismo cuando te pones serio..)”, el cambio fue espectacular, ya que la nueva dependencia era la “Premier” y tenía mucho más espacio y detalles que la que habíamos reservado. Como se trató de un problema de ellos, nos dejaron toda la estancia en esta habitación sin pagar nada de más, genial!!! Otro punto a favor del hotel era su ubicación, podíamos ir andando a casi cualquier sitio, y encima teníamos un supermercado en la planta baja.

JJ Hotel
Lo que resultó más peculiar de la habitación, fueron las “paredes” de cristal del baño, lo que se dice intimidad-intimidad no había mucha si no bajabas las cortinas interiores, era una situación “extraña”…


Otros lugares a visitar por el distrito de nuestro hotel, fueron el vestíbulo del banco HSBC donde vimos una concentración de indignados… Este edificio destaca por su estructura interior, es bastante llamativa.

HSBC









De ahí nos desplazamos para dejarnos llevar por las escaleras mecánicas más largas del mundo, son en total cerca de 800 metros cortados en diferentes tramos, como dato curioso decir que de mañana funcionan en sentido descendente y a partir del medio día  en sentido ascendente, para de esta forma facilitar el tránsito de ciudadanos de retorno a sus hogares.


No muy lejos de las escaleras se encuentra el Man Mo Temple, un lugar con mucho encanto y que te transporta en el tiempo. Esta dedicado a dos dioses (Man dios de la literatura y Mo dios de la guerra) y lleva en pie desde antes de la invasión de los británicos, es un importante lugar de culto. El olor interior es muy intenso, así como el humo, tanto que cuesta respirar. En la parte central hay muchas espirales de incienso quemándose, representando su humo que las peticiones de los fieles van hacia sus dioses.













Después de un maratoniano día, descansamos en nuestra fantástica habitación y nos preparamos para otra intensa jornada. Al día siguiente nos esperaba ir a la Isla de Lantau y visitar el Gran Buda (Tian Tan). Para llegar hasta allí tuvimos que dirigirnos a la terminal de ferrys, sobre este medio de transporte podemos decir que son puntuales y que lo tienen bien organizado. El trayecto duró cerca de 2 horas (había una opción más rápida, el Express, tardaba la mitad pero era casi el doble de caro…), una vez en la terminal de Lantau tuvimos que coger un bus hasta el Gran Buda, y después de 45 minutos por una carretera estrecha llena de muchas curvas y desniveles… llegamos.

Vistas desde el ferry




Ferry Express
Prisión de Lantau
El Gran Buda es relativamente nuevo, se terminó de construir a finales de 1993, y es una estructura de 34 metros de bronce. Esta situado en Ngong Ping, la parte más alta de la isla, a la que se accede después de ascender por una escalera de 268 escalones. Antes pasas por un pequeño paseo “custodiado” por los Twelve Divine Generals, dan la impresión de que en cualquier momento vayan a tomar vida… Al final de todo se encuentran los edificios principales del Monasterio de Po Lin. Es todo muy espiritual y la gente se muestra respetuosa.
Monasterio de Po Lin























Para comer fuimos a la única opción que hay en la zona, es un centro comercial llamado The Village, y nos recordó mucho a uno muy parecido que conocemos de Barcelona, a La Roca Village o a otro que nos encanta de New York, el  Woodbury Common Premiun Outlet.



En The Village se encuentra la terminal de bus que te comunica con cualquier punto y el teleférico, al que tuvimos que renunciar por su elevado precio…

Aquí nos ocurrió nuestro único contratiempo importante en lo que iba de aventura. Antes de iniciar este viaje, nuestro amigo Cipri (el que se vino a Australia junto a otros compis) nos prestó su cámara de fotos compacta… y esta se “autodestruyó” literalmente justo después de que la Ro hiciera una foto al Gran Buda desde lo más alto de las escaleras, menos mal que llevábamos dos cámaras. Aunque como todavía nos quedaba terminar de ver Hong Kong, visitar India y luego Jordania y nos encontrábamos en una de las “Mecas” de la tecnología… nos fuimos a comprar la nueva cámara de la Ro al distrito de la electrónica. Para llegar allí cogimos un bus hasta el metro y después nos bajamos en la parada de Mong Kok, la zona esta repleta de tiendas de aparatengues, cámaras, ordenadores, uffff… te vuelves loco si te gustan estos temas. Había una brutal cantidad de gente por las calles, todos con prisa y con bolsas de compras, estábamos en el lugar idóneo, no había dudas!!! La decepción vino porque no vimos ningún chollo, los precios son altos o similares a los que podemos encontrar en Europa, nos pasó lo mismo que cuando fuimos en el 2009 al famoso barrio de Akihabara en Toquio (Japón), se nos iban los ojos por los artículos de todos los escaparates y luego nos sorprendíamos con lo elevado de los precios, algunos incluso más caros que en casa, cosa que no entendemos, ya que casi toda esta tecnología es de origen nipón…

Zona de Mong Kok














En fin, una vez visitadas varias tiendas comparando precios, elegimos un nuevo compañero de viaje, la Nikon P310, una cámara bastante versátil con buena calidad de imagen y video en HD. Su diseño no es su fuerte, pero las prestaciones son bastante altas para una compacta, dentro de lo que vimos fue la elección que se acercaba más a lo que buscábamos, así que ahora a disfrutarla (espero que por unos cuantos años…).

Cerca de la zona estaba el conocido Lady’s Market, donde dicen que se encuentran las mejores imitaciones de todo. Allí nos sorprendió un fuerte aguacero, es lo que tiene viajar en temporada baja, el clima.


Hong Kong nos ha cautivado, hay muchísimas opciones de ocio, cultura y gastronomía. Hay un parque de la Disney,  puedes hacer excursiones desde allí (Macao se encuentra a una hora en ferry y no necesitas visado), o simplemente disfrutar paseando por las animadas calles iluminadas con luces de neón al estilo Blade Runner, nos hubiera gustado pasar más tiempo, sobre este tema tenemos una conversación pendiente con Kati, ejem…





Aires acondicionados










Nos llamó también la atención el gran número de tiendas de alto nivel que hay y de la cantidad de gente que salía de ellas con bolsas llenas de compras, se podría decir que aquí no saben lo que es la crisis, hemos visto los típicos escaparates minimalistas que puedes ver en la Place de la Vendome de Paris, donde ves un pequeño artículo expuesto sin el precio.





En cuanto a la comida... ufff... este tipo de comida nos encanta!!!











El aeropuerto de Hong Kong tampoco tiene desperdicio, nos pareció enooooorme!!!




Aeropuerto de Hong Kong, 530 puertas de embarque!!!
Aeropuerto de Hong Kong
Nuestro siguiente destino no tiene nada que ver con todo lo que hemos vivido y visto estos días en Hong Kong. La próxima etapa es India, un lugar único donde la percepción de la vida te cambia a la fuerza, donde todo es relativo y donde conocimos a una persona importante para nosotros, Anil, hoy seguimos asimilando toda la información que nos aportó.

De él y de la India que pudimos conocer por sus ojos os empezaremos a hablar en la próxima entrada.