martes, 17 de abril de 2012

Isla sur, desde las Pancake Rocks a Glenorchy


Una vez repuestos del susto de la gasolina que explicamos en la entrada anterior, nos dirigimos hacia Punakaiki para poder ver por la mañana las Pancake Rocks. El camino desde Inangahua hasta el desvío de Westport que va dirección a Charleston es malo para hacerlo por la noche, ya que no está iluminado (como es normal en Nueva Zelanda) y está repleto de curvas. Nosotros lo tuvimos que hacer por la noche por el tema del combustible… entre comillas tuvimos suerte de que aquella noche era luna llena y se veía medianamente bien.

Pancake Rocks
Para dormir intentamos buscar un área de descanso, y la encontramos en el lookout (mirador) de Irimahuwhero, desde donde tuvimos una espectaculares vistas de toda la costa iluminada por la luna, la verdad es que fue una lástima no poder captar con la cámara ese momento para poder mostrarlo, fue alucinante.
Jucy con el mar de fondo
Las Pancake Rocks son una formación de rocas vistosas y con cierta semejanza a un pastel laminado de chocolate, de ahí su nombre. El circuito para poderlas ver es gratuito y no demora más de 30 minutos.






 



























Desde este punto nos desplazamos para obtener información y conectarnos a internet de forma gratuita a la localidad de Hokitika, allí encontramos el i-site de turno, la biblioteca con internet gratis, baños públicos y también un New World (supermercado) donde compramos provisiones para los siguientes días. En este i-site nos dieron información detallada sobre nuestras dos siguientes visitas, el Franz Josef Glacier y el Fox Glacier, ambos relativamente cerca uno de otro.

En Hokitika también se encuentra un National Kiwi Centre (frente al New World), donde puedes ver esta curiosa “ave” representativa del país. Hokitika está bien para hacer una parada técnica y luego continuar viaje, para nada más, a pesar de tener playa, ya que las fuertes corrientes y la plaga de mosquitos (Sand fly) que te pican incluso llevando tejanos lo desaconsejan como base para pernoctar.

La noche la pasamos en el espacio habilitado por el DOC de Mcdonald’s Creek, donde se utiliza el sistema de depositar el dinero en un sobre de plástico dentro de una urna con los datos del vehículo para poder pasar la noche. Este campamento es muy básico, únicamente tienen un baño tipo foso.

Por la mañana fuimos hacia nuestro primer destino, el Franz Josef Glacier. El tiempo no era el apropiado para hacer esta salida, ya que llovía y hacía algo de viento, pero era intentarlo o no ir, porque lo que no íbamos a hacer era probarlo otro día. Así que nos empapamos de arriba abajo literalmente y nos acercamos lo máximo que nuestra ropa aguantó.

Franz Josef Glacier
Franz Josef Glacier



La visibilidad no era buena, por lo que las fotos son como son. Impresiona la accesibilidad que tiene este glaciar, se podría decir que está a unos 45 minutos andando desde el parking, teniendo en cuenta que el parking está muy cerca de la carretera general.

Después de prácticamente quitarnos toda la ropa y ponerla a secar en el salpicadero del coche con aire caliente (suena cutre... pero funciona!!!). Nos volvimos a preparar para ver el segundo glaciar, el Fox Glacier. Entre ambos puntos hay una distancia de unos 30 minutos en coche. El tiempo resulto ser “algo mejor“ que en el Franz Josef, pero igualmente la Ro no se arriesgó e hizo toda la caminata en pantalón corto!!! Su teoría era buena, “si me voy a mojar igualmente ¿qué más da lo que lleve puesto? El pantalón corto se secará antes…”, y así lo hizo todo, a pesar de las miradas de todo el mundo e incluso de que le hicieran fotos!!!

Fox Glacier

 








Fox Glacier
















A medida que te vas acercando al glaciar, hay diferentes marcas en el suelo que te indican donde había llegado a estar años atrás. El retroceso de los últimos años ha sido brutal, llamándonos la atención la marca de 1935, situada a unos 5 o 6 kilómetros de donde se encuentra actualmente.

Hay muchos avisos de que no te alejes de las balizas, ya que han habido varios accidentes mortales por imprudencias. Tanto en un glaciar como en el otro, puedes contratar excursiones con guías y equipación especial (crampones y equipo de montaña) para pasear por encima del glaciar.


De camino a Wanaka, nuestro siguiente destino para pernoctar, hicimos varias paradas en diferentes lookout’s, ya que la belleza de la isla sur de Nueva Zelanda radica en sus paisajes naturales. Hay numerosos miradores a lado y lado de la carretera, y aunque parezca que no te van a sorprender, cada uno es diferente y vale la pena parar.

Cascada al lado de la carretera

Hawea Lake













Wanaka nos pareció un pueblo bastante tranquilo y moderno a la vez, recordándonos a los típicos pueblecitos de montaña alpinos. Se pueden hacer varios trekkings desde aquí y si se quiere algo más tranquilo todavía… puedes visitar el Puzzling World!!!.

Puzzling World
Este sitio nos gustó mucho, habíamos oído hablar de él a través de Javi&Bibi y ya que pasábamos noche tan cerca de él, decidimos visitarlo!!! Puzzling World es la puerta de entrada a un mundo de ilusiones ópticas y desafíos de lógica. Estuvimos más de 3 horas visitando todas las salas, saliendo de un laberinto enorme (27 minutos!!!), ojeando todos los productos de la tienda y probando de solucionar varios juegos de lógica que tienen en la entrada. Fue muy divertido!!!

Hologramas






 




Laberinto
Sala de caras
Esta sala con las caras de EinsteinMandelaBeethovenChurchillLinconl y la Madre Teresa de Calcuta. nos impresionó, ya que debido a su forma cóncava y a la iluminación que repercutía en ellas, daba la impresión de que fueran convexas (con relieve hacia fuera), es decir, con relieve... y que no apartaran la vista de tí, estuvieras en el lugar que estuvieras, digamos que era una sensación inquietante…

Lazy Dog
Ese día teníamos ganas de darnos un pequeño capricho, y paramos a comer en un restaurante un tanto especial, el "Lazy Dog". El sitio era realmente bonito y estaba ubicado en un entorno de viñedos y naturaleza. Los dueños nos preguntaron por nuestro origen y al decirles que somos catalanes nos sacaron una botella de cava Freixenet para relacionarnos con ella y de esa forma “ubicarnos“ en su mapamundi particular de regiones vinícolas… Esta gente de los vinos es muy rara… jejeje

 













Más tarde estuvimos hablando de las variedades que hay en nuestra zona y como le caímos en gracia, nos dieron a probar 5 copas diferentes de riesling's y sauvignon's blancos de Nueva Zelanda, genial!!!! Este sitio sería perfecto para hacer una velada con "los tres sommeliers" (JixPep y Ricardo)!!!


 Después de una larga sobremesa con Diana y Dean continuamos ruta hacia Queenstown o la ciudad de “Alicia en el país de la maravillas” como la describe Carmen en su blog. Es un lugar situado a los pies de una estación de esquí, pero además tiene el encanto de un lago y el marco de unas montañas de postal.
Desde el embarcadero de Queenstown 
Alrededor del lago hay un agradable paseo con gran variedad de restaurantes y comercios. Desde el embarcadero hacen excursiones tranquilas en barco y también las de derrochar adrenalina por todos los poros en unas ultra rápidas y manejables lanchas que podéis ver en el siguiente video.




 





Veladores para cuando se va el sol





 












Queenstown
Queenstown está repleta de tiendas con material de montaña de diferentes marcas (MacpacPatagoniaNorth FaceColumbia…), y en todas ellas existe una sección de “clearance” (ofertas) con mucho material y rotación de productos para escoger. Tuvimos la suerte de llegar a esta ciudad cuando hacía una semana que habían empezado las rebajas, por lo que algo calló…

Nos pareció un sitio para estar una buena temporada de relax y hacer paseos, fue una grata sorpresa descubrirla y la añadimos a nuestra lista de lugares favoritos.

La visita que desaconsejamos hacer es la del Kiwi & Birdlife Park. En este sitio podemos sacar únicamente de positivo que pudimos ver kiwis en movimiento, nada más. Este centro es privado y tiene unos precios caros (36 $, 22’6 € aprox.) para lo que ofrecen, la excusa es que no reciben subvenciones estatales… Puedes entrar en este centro y salir durante todo el día, ya que la entrada lo permite, por lo que una vez visitado todo, si no vas a volver, siempre te queda “negociar” con alguien que esté haciendo cola en la taquilla para comprar una…


















Este sistema de “entrada abierta” también se utiliza en la otra atracción de la ciudad, el teleférico. Nosotros no subimos por no gastar más, priorizamos con el Kiwi & Birdlife Park y creemos que nos equivocamos en la elección.

Cementerio de Queenstown
Cementerio de Queentown










Para continuar viaje nuestra primera idea era ir a Milford Sound, conocido como uno de los sitios imperdibles de toda Nueva Zelanda por sus fiordos y sus parajes enigmáticos, pero para llegar hasta allí teníamos que hacer cerca de 300 kms. (3 horas y media mínimo en condiciones normales...) y luego volver sobre ellos, ya que no es un camino de paso, has de ir expresamente. Aunque el factor que realmente inclinó la balanza en el “no” fue otra vez el climatológico, ya que había previsión de fuertes tormentas en esa zona para los siguientes días, por lo que decidimos buscar otra vez un plan b, y este fue el de ir a perdernos a una aldea de montaña a 45 kms. de Queenstown.

El lugar escogido fue Glenorchy, creemos que sale en los mapas porque tiene un pequeño embarcadero desde donde hacen excursiones por la zona. Si lo que buscas es un sitio tranquilo y prácticamente deshabitado, este es tu lugar. 


























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